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Hoy os quiero dejar un artículo muy interesante y muy clarificante sobre el uso de frío o calor en diferentes momento, sobre todo tras una lesión. Otros artículos relacionados con estos temas en nuestro blog aquí o aquí.

Pero recomiendo, seguir los consejos de este artículo, escrito por JUAN VICENTE CIVERA. (Fisioterapeuta) en la página http://www.fisioterapiavalencia.es.

¿Debo usar hielo o calor para el tratamiento de mi lesión?

A menudo es difícil para los pacientes determinar si el hielo o el tratamiento térmico es el adecuado para una lesión.El calor a menudo proporciona comodidad inmediata, pero en ocasiones puede estar causando más daño que alivio. Asimismo, el uso incorrecto de hielo también puede prolongar la recuperación de la lesión.

Si se utiliza correctamente, tanto el hielo como el calor pueden ayudar a reducir la hemorragia interna producida por la lesión, la inflamación, la hinchazón, los espasmos musculares y el dolor después de una lesión. El hielo y el tratamiento térmico también pueden acelerar la cicatrización y la recuperación de la lesión.

¿Cómo me beneficia el tratamiento con hielo?

El tratamiento con hielo para las lesiones ayuda a reducir el flujo sanguíneo a la región afectada. Esto es beneficioso en la fase inflamatoria de una lesión (las primeras 72 horas después de una lesión, de un empeoramiento de la lesión o después de una sobresolicitación de la zona lesionada) ya que contribuye a reducir la cantidad de inflamación y la hinchazón que se acumula en la región lesionada. El tratamiento con hielo también puede ayudar a reducir el dolor y el espasmo muscular.

Además del hielo como tratamiento para reducir el flujo sanguíneo a la región afectada, en las primeras 72 horas se pauta Reposo, Elevación de la parte lesionada por encima del nivel del corazón y el uso de un vendaje Compresivo (RICE).

¿Cuándo debe usarse el hielo?

El tratamiento de hielo se debe utilizar durante 20 minutos cada 2-3 horas durante la fase inflamatoria de una lesión (primeras 72 horas después de una lesión o de su empeoramiento).

Dado que la inflamación normalmente se manifiesta como dolor o como un dolor que aumenta con el inicio del movimiento (especialmente por la mañana al empezar el día), y ésta sensación disminuye conforme nos movemos o con una ducha caliente, utilizaremos estos síntomas como una guía para la indicación de tratamiento con hielo.

El hielo debe ser utilizado con un mínimo de 72 horas después de la lesión, pudiéndose prolongar hasta que no haya dolor o molestias por las mañanas cuando nos levantemos.

Durante este período, deberemos evitar el tratamiento con calor y los masajes (en la zona lesionada), ya que éstos provocan un aumento del flujo sanguíneo y por lo tanto de la inflamación.

¿Cómo puedo usar el hielo?

Cuando se usa hielo para el tratamiento de la lesión, el área lesionada debe estar helada durante 20 minutos cada 2 horas. Esto se puede lograr mediante el uso de hielo triturado, mediante un cubito de hielo grande, o con una bolsa de hielo envuelta en un trapo de cocina húmedo. Los guisantes congelados también son una buena opción para la colocación del hielo sobre zonas poco uniformes como son las articulaciones, aunque los mejores resultados se obtienen con el hielo directo y realizando movimientos con él ininterrumpidamente como si realizáramos un “masaje”, para evitar quemaduras. (Nota: Las personas que son sensibles al frío o tienen problemas circulatorios deben ser más cuidadosos en cuanto a la utilización de hielo). como aplicar hielo


¿Cómo me beneficia el tratamiento térmico?

El tratamiento con calor aumenta el flujo de sangre a la región afectada. Esto es beneficioso una vez pasada la fase inflamatoria de la lesión, ya que un mayor flujo de sangre significa un mayor aporte de nutrientes, hecho que acelera y mejora la cicatrización. El calor también puede ayudar a reducir el dolor y el espasmo muscular, así como reducir la tensión muscular y rigidez articular.

Pero si el calor se utiliza durante la fase inflamatoria (los tres primeros días), puede aumentar la inflamación y la hinchazón, por lo que puede prolongar la recuperación de la lesión.
frio o calor

¿Cuándo debo utilizar el calor?

El calor puede ser utilizado para acelerar la curación una vez que la lesión haya completado la fase inflamatoria. Esto suele ser una vez que hayan pasado las primeras 72 horas desde que se haya producido el traumatismo.

Como regla general, el tratamiento de calor sólo debe usarse después del período inicial de 72 horas después de una lesión. Además, el calor, sólo debe emplearse siempre que no haya síntomas inflamatorios (tales como dolor en reposo y malestar al despertar en la mañana, que mejora con el movimiento).

¿Cómo se utiliza el calor?

Aplicar una compresa caliente entre 10 y 30 minutos. Debe de ser un calor agradable en la zona lesionada. Podremos utilizar una almohadilla eléctrica, una compresa caliente, una bolsa de frutos (lentejas, espelta, huesos de cerezas, sal,…) calentada en el microondas, parafangos o parafinas, piedras calientes, o una lámpara de infrarrojos (con la precaución de guardar una distancia de unos 60 cm. entre el foco de calor y la piel), entre otros.

Se recomienda que este tratamiento se repita de 2 a 5 veces al día y preferiblemente antes de empezar a realizar ejercicio, una vez pasada la fase inicial de la lesión. También puede utilizarse como fase de preparación para realizar ejercicio de la zona lesionada.

Asegúrese de que su compresa de calor no está lo suficientemente caliente como para causar más daños como por ejemplo, quemaduras en la piel. Envolver la compresa de calor con un paño puede ayudar a reducir la temperatura y evitar otras lesiones.

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